El proceso de selección del café a sembrar es de gran importancia ya que se elige lo que será la plantación, los materiales parentales o semillas, siendo estos factores determinantes en la calidad, productividad, densidad y características de las plantas.

El productor decide la variedad a sembrar y la obtiene por medio de sus plantaciones recolectadas de otras fincas o comprándolas a proveedores certificados. Se recomienda siempre comprar una semilla certificada en los diferentes comités con el fin de asegurar el origen del material y así proceder al siguiente paso, la germinación.

¡A germinar!

El germinador es un sitio fabricado en madera, mayormente guadua, donde usualmente se usa la arena como sustrato con el fin de que la semilla salga mas fácil debido a su porosidad, ayudando a que el crecimiento radicular no se vea afectado.

Se riegan alrededor de 1 kg o 3.500 semillas en un metro cuadrado. Luego de dos semanas, ya se puede ver el inicio del proceso de germinación o nacimiento y de ahora en adelante, la chapola de café inicia su crecimiento radicular y vegetativo, realizando un seguimiento continuo para verificar la ausencia de enfermedades o plagas, en caso de encontrar alguna, y así proceder a la aplicación de agroquímicos de control.

Una vez germinadas las semillas y obtenida una altura óptima, debemos pasarlas a una bolsa individual (proceso conocido como trasplante de chapolas); en este punto se eligen las más vigorosas para llevarlas en los próximos meses a campo o al lote donde se establece la plantación.

El próximo paso es llevarlas al lote y ¡A sembrar!